Los modos de recorrer y conocer el mundo van cambiando y se actualizan constantemente. Nuevas tendencias surgen a cada instante y el intercambio de casas es una de las fórmulas cada vez más popular a la hora de planear un viaje.

Una gran ventaja de esta modalidad es el importante ahorro que se consigue al no tener que pagar hotel. Aún más se justifica si viajás en familia o en grupo, ya que además podés cocinar y comer en la casa, evitándote grandes costos saliendo a comer afuera. Si, por ejemplo, viajás con chicos, podés elegir una familia con perfil similar lo que te garantiza que la casa estará preparada para las necesidades de los niños (redes de protección, rejas, puertas de escaleras, juguetes, etc.).

La iniciativa empezó en los años 50 entre maestros de universidad que disponían de mucho tiempo libre entre cada año escolar y tuvieron la idea de intercambiar sus casas. Con la llegada de Internet esta pequeña comunidad ha ido creciendo a paso firme y se destaca por ser una de la más buscadas.

Para llevar a cabo el intercambio de casas, en la web hay numerosas empresas que te ofrecen este servicio. El sitio que lidera el ranking es: Intercambiocasas.com que brinda herramientas que hacen que las partes se conozcan para que cuando llegue el momento de viajar ya no sean extraños y se sientan verdaderamente como en casa. Más de 65000 miembros ya han realizado cientos de miles de intercambios exitosos en todo el mundo.

Una de las preocupaciones frecuentes es respecto a la seguridad, pero sabiendo que durante un intercambio, las familias entregan sus casas el uno al otro, la lógica supone que ambos se harán las mismas preguntas y tendrán los mismos recaudos.

Esta modalidad está abierta a muchas variantes: hacerlo por un fin de semana o dejar tu casa en un período determinado en el que estás de viaje en otra ciudad, y que tiempo después vayas a la casa de las personas con las que intercambiaste. También existe la fórmula del intercambio de hospitalidades: primero recibís a las personas con las que intercambiás, quienes residen en tu casa durante unos días con vos, y luego vos vas a su casa.

¡Todos queremos viajar sin tener que pagar el alojamiento! Y lo más interesante es que de esta forma lográs sumergirte de lleno en la cultura local, permitiéndote conocer el destino como uno más de sus habitantes.

Vos, ¿te animarías a prestar tu casa?

 

*Nota escrita para el Blog de Disco Argentina www.mujerdisco.com.ar

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